Ayer (por el martes) me caí, me pegué contra el suelo y terminé con un traumatismo de rodilla de la gamba con polio. Me dolió muchísimo. Ricardo, mi compañero me arrastró al catre como pudimos.

Ella, la incondicional, fuerte, leal, con un altruismo pocas veces visto mi compañera del Polo Obrero, Evelyn Soledad Petricio apenas supo vino volando a casa, me acompañó en la ambulancia y se puso a mi entera disposición.

A mi hermano de la Vida, Mauro Garrido, chofer de ambulancia, y los compas paramédicos cuyos oficios no tienen que ver con el de camillero, (por cierto, nuestro hospital echó a 2 pibes hace muchos años, cerrando su servicio), me arriaron al móvil tratándome con amables palabras resguardando mi confort en el traslado.

Un auténtico contratiempo pues tenía muchas actividades agendadas.

Sandro Morales, compañero No vidente, adalid en la lucha por los derechos de las personas con discapacidad en nuestra ciudad, sin importar que su horario había terminado, que seguramente tuvo que posponer su almuerzo, me consiguió una silla de ruedas para estos días en los que estaré fuera de combate.

A todo el Polo que me envió sus deseos de pronta recuperación. A mis compas de Asspur, a mi amado hijo.

Nosotres, los luchadores de toda la vida, a veces atravesamos situaciones de vulnerabilidad y todas las palabras gentiles son recibidas con enorme emoción.

Por ello, simplemente GRACIAS!!!

Norma Dardik